Secuencia de fotografías tomadas desde el autobús durante el viaje Guadalajara-Madrid
...
Viajar para conocer(nos) por fuera
de la estructura
andar mejor que caminar movimiento
inútil orbitar dejarse llevar abstracción interiorismo introspección fuera
dentro exclusión reclusión
el
campo no existe movimiento inmóvil recuerdos
joven morena con pelo corto sentada
en el asiento del pasillo del bus lee un libro mientras deshace un regaliz rojo
en tiras siguiendo el patrón de los nervios a cada hebra hace varios nudos
hasta cuatro los muerde lee pasa de página vuelta a empezar
imaginarse
montando a caballo a través de los
campos galopar
saltando los obstáculos París no nos
pertenece la casa de la toscana al final de un camino de cipreses
Sorpresa y decepción de los viajes.
Ilusión de haber vencido la distancia, de haber borrado el tiempo. Estar lejos.
Ver aquello que siempre se soñó con
ver. Pero, ¿qué hemos soñado con ver?
O mejor, descubrir lo que no se había
visto, lo que no se esperaba, lo que no se imaginaba. Pero cómo poner ejemplos:
no es lo que se había venido enumerando a lo largo del tiempo dentro del
abanico de sorpresas o maravillas de este mundo; no es ni lo grandioso, ni lo
impresionante; ni siquiera es lo extranjero forzosamente: al contrario, sería
más bien lo familiar.
George Perec, Especies de Espacios.
Viaje,
conciencia de pertenencia a un todo más grande:
reforzada
por la participación en los rituales y ceremonias comunes
juegos de rol que envuelven la
personalidad en múltiples engaños, culpas y ansiedades
la perspectiva dramática de Erving Goffman
para abordar el estudio de la interacción social
el espacio sostiene y da forma a la
interacción social
el sentido del espacio es (re)creado por
las prácticas cotidianas que lo habitan
La vida cotidiana es un compartir el
espacio y el tiempo
espacio,
se define
porque “mi zona de manipulación se intercepta con
la de otros” (Berger y Luckman, 2001, p. 41)
sé que comparto el espacio con otros
Si pudiéramos determinar la alteridad en función del contacto de unos
cuerpos con otros
los cuerpos toman conciencia a partir del cuerpo del otro.
la definición de interacción social que Erving Goffman (1997, p. 27) propone:
“la interacción cara a cara, puede ser definida, en términos generales,
como la influencia recíproca de un individuo sobre las acciones de otro cuando
se encuentran ambos en presencia física inmediata”
En tanto temporalidad, la vida cotidiana
nos persigue constantemente
Los no-lugares se caracterizan por el movimiento
las personas–usuarios que los transitan no los habitan, y al no habitarlos,
no los “simbolizan”. La inhabitabilidad les caracteriza.
Augé reconoce que, refiriéndose a los lugares y los no-lugares, “el primero
no queda nunca completamente borrado y el segundo no se cumple nunca
totalmente” (2008, p. 84)
construir el espacio, construir la historia del espacio, y por lo tanto, del lugar a partir del contexto en el que se
está inmerso: la ciudad, espacio de espacios, lugar de anonimato
convertirse en lugar en el momento en que un acto con significado
acontezca para la persona que lo habita
cronotopos de Mijaíl Bajtín
El lugar “se cumple por
la palabra” (2008, p. 83).
El saludo toma el carácter de un ritual de puntuación, como lo definen Marc
y Piccard (1992), es decir, un ritual a partir del cual se anuncia la llegada
de un nuevo integrante al grupo. La llegada de un nuevo actor
El sentido de lo sagrado en el peregrino no es privado; es una cuestión de
representaciones colectivas objetivadas que se convierten virtualmente en todo
su ambiente y le dan motivos poderosos para creer. No solo eso; la jornada del
peregrino también se convierte en un paradigma para otros tipos de
comportamiento: ético, político, etc.
Esperar subir saludar pagar buscar asiento
(ventanilla mejor) “desatención cortés” pedir la parada esperar bajar
Rituales de interacción social cotidiana como el concepto de “desatención
cortés” propuesto por Erving Goffman (1997)
Civil inattention is the process whereby strangers who are
in close proximity demonstrate that they are aware of one another, without
imposing on each other – a recognition of the claims of others to a public
space, and of their own personal boundaries.
La desatención cortés/civil inattention es el elemento interactivo a
partir del cual la interacción social se estructura
Las peregrinaciones representan un símbolo
amplificado del dilema de opción versus obligación, en medio de un orden social
donde el estatus prevalece. De manera que cuando se empieza con obligación, la
voluntariedad aparece; cuando se comienza con voluntariedad, la obligación
tiende a entrar en escena.
El destino histórico de la communitas era, al parecer, pasar de la apertura
al cierre, de la communitas “libre” a la solidaridad dada por la estructura
atada, de la opción a la obligación, del “riesgo innecesario” de W. H. Auden a
la “seguridad interminable”.
La desatención cortés se define como la manera en que los pasajeros tratan
de prestarse la menor atención posible entre ellos: es dar(se) espacio para realizar
el viaje sin sentirse observado, “es mirar sin ver”.
No se permite mirar a alguien por mucho tiempo, y cuando se hace, se corre
el riesgo de que esta acción se tome por agresión, por invasión de espacio, lo
cual también transgrede el orden de la interacción, puesto que desvirtúa el guión
La mirada inobservante
Atentar contra la desatención es transgredir la interacción social
La etapa liminal, cuando el sujeto está en separación espacial de lo
familiar y lo habitual. La liminalidad representa una negación de muchos de los
rasgos de las estructuras sociales preliminales y una afirmación de otro orden
de cosas, y acentúa las relaciones genéricas más que las meramente
particulares.
La movilidad física de grupos importantes de gente implica
cierta cantidad de movilidad social y cultural, y una evolución correspondiente
de las instituciones.
Ver el peregrinaje como esa forma de anti-estructura
(o tal vez metaestructura) institucionalizada o simbólica
lo individual —forzado a salir de lo previamente
corporativo, en especial de las matrices basadas en el parentesco— se obsesiona
con el problema de la salvación personal. La necesidad de escoger entre líneas
de acción alternativas en un campo social cada vez más complejo, más el
creciente peso, a medida que madura, de responsabilidad por sus propias
decisiones y sus resultados, prueban ser demasiado para que el individuo
perdure por sí mismo, al tiempo que busca alguna fuente trascendental de apoyo
y de legitimidad que lo libere de las ansiedades por su seguridad inmediata y
destino final en tanto entidad cohibida. (Max Weber)
Hay ciertos momentos en los que está permitido observar a los pasajeros sin
que esto nos convierta en transgresores: el momento en que subimos al bus y el
momento en que bajamos. Cuando subimos necesitamos revisar si hay algún lugar
desocupado donde sentarnos. Aquí se abre el permiso para observar de paso quién
está en el bus; así, por ejemplo, es común que en este momento viejos conocidos
o amigos se reconozcan y saluden y entablen, probablemente, una charla.
Small talk: rellena los aparentes
vacíos en la interacción. Recurso reparador o parte de la estrategia para
mantener el orden de la interacción.
Es también, como puede verse, el momento oportuno de que los pasajeros que
ya están a bordo vean quién sube
La interacción social, ese intercambio de expresividades, de símbolos, de
miradas, de significados compartidos, de gesticulaciones sobreentendidas, de
signos, ocurre siempre en un marco determinado.
Habrá otros cuya presencia estructurará mi comportamiento de tal manera
que, más que comportamiento, será actuación:
el comportamiento relajado de los más
expertos usuarios; la actuación perfecta del pasajero ideal
La ruta misma se vuelve una jornada sagrada, a veces
mítica, hasta que casi cada monumento y, finalmente, cada paso es un símbolo
condensado y multivocal capaz de despertar afecto y deseo abundantes.
construcción
del espacio sagrado
La oportunidad de mirar al exterior del bus, a través de alguna ventanilla
La mirada distraída/descentrada
Los reducidos espacios del bus a veces no permiten que los pasajeros se ignoren
amablemente entre sí. Entonces desvían su atención escuchando música, cerrando
los ojos, mirando la pantalla del móvil o hacia un resquicio de ventanilla entre
las cabezas de los pasajeros.
En cada uno de los
escenarios en los que desarrollamos nuestras actividades cotidianas, ponemos en
marcha una serie de acciones dramáticas y escenificaciones que favorecen que
nuestro comportamiento con y ante los demás, y con nosotros mismos, sea coherente
con la representación que dramatizamos ante los otros
La persona, en cada escenario, en cada
actuación, en cada interacción presenta lo único que es: ella misma.
"¿Y quién más era yo?". Peter
Handke, Ensayo sobre el Lugar Silencioso.
La expresión «el lugar silencioso» se emplea en alemán
para designar, en un registro a la vez eufemístico e iróni-
co, el retrete. (N. del T.)
Un estar infantil, creador, originario,
primitivo, animal, un buscar nuevos sentidos identificándose con los otros, con ese ser los otros del niño
(“yo era todos” dice Handke sobre su
infancia)
Poema a la duración:
"Hace tiempo que quiero escribir
sobre la duración, pero no un ensayo, ni una escena, ni una historia: la
duración insta a escribir un poema. Quiero preguntarme con un poema, recordar
con un poema, afirmar y conservar con un poema lo que es la duración.”
Y al fin:
feliz aquel que tiene sus lugares de duración;
ya no será, aunque se haya trasladado para siempre a un país extraño,
sin perspectivas de volver a su mundo,
nadie a quien han expulsado de su patria.
feliz aquel que tiene sus lugares de duración;
ya no será, aunque se haya trasladado para siempre a un país extraño,
sin perspectivas de volver a su mundo,
nadie a quien han expulsado de su patria.
Recordamos la afirmación nietzscheana “Sólo tienen
valor los pensamientos caminados”
Sólo caminando por lo extraño
en el laberinto de la identidad y la memoria
donde se teje nuestro ser-ahí (dasein).
“penetración poética de la realidad”
Separa el tiempo para habitar eternamente
un espacio, una imagen. En eso consiste la primitividad esencial de la poesía
Insta al viajero a cerrar los ojos hasta
convertirse en un pensador de imágenes
Imágenes
de los instantes propios de la duración (Dauer/durée)
del tiempo profundo
Poetizar como Habitar
“entrar dentro de la estrechura y salir de
allí con la amplitud”
“curarse por medio del asombro”
Lo numinoso se singulariza como una cosa ganz andere, como algo radical y totalmente diferente: no
se parece a nada humano ni cósmico; ante ello, el hombre experimenta el
sentimiento de su nulidad, de «no ser más que una criatura», de no ser, para
expresarse en las palabras de Abraham al dirigirse al Señor, más que «ceniza y polvo» (Génesis, XVIII, 27).
El pensar poético es un “comprender a los
otros” con imágenes, con reflejos, comprendiendo que “mi yo es siempre el tú” y
que el país que busca el poeta, el país del que siempre vuelve entusiasmado
(“los poetas vuelven siempre entusiasmados de un país extraño”) es la extrañeza
de lo otro que ha hecho suya y ha descubierto en el “tú esencial”
“sé otro”
“En el momento en el que yo medito sobre
mí mismo, el que anda, medito sobre la condición del estar-ahí”
Handke cuando en medio de La Mancha anota:
“con el momento en el que mi vida se me aparece como una vida extraña, con este
momento adquiere ella su derecho”
el poeta esperando “pensar de nuevo una
palabra vieja”
decir cosas nuevas con palabras viejas,
utilizar “la fantasía como un rompehielos”
las
palabras
allí
donde no hay nada
“Somos lo que no somos” dice Pessoa y “lo
que no ha tenido lugar, todo lo que no ha ocurrido; esto son las experiencias
que yo he vivido” dice Handke.
Incluso
la existencia más desacralizada sigue conservando
vestigios de una
valoración religiosa del Mundo.
Subsisten
lugares privilegiados, cualitativamente diferentes de los otros: el paisaje
natal, el paraje de los primeros amores, una calle o un rincón de la primera
ciudad extranjera visitada en la juventud. Todos estos lugares conservan,
incluso para el hombre más declaradamente no-religioso, una cualidad
excepcional, «única»: son los «lugares santos» de su Universo privado, tal como
si este ser no-religioso hubiera tenido la revelación de otra realidad distinta de
la que participa en su existencia cotidiana.
Ese
descubrir las nuevas ciudades es la labor del poeta, un des-cubrir que es sobre
todo un acto religioso, de acercamiento a lo sagrado, pues es un re-nombrar, un
crear, un con-figurar lo próximo a través de lo lejano, lo mundano a través de
lo divino, lo vivido a través de la imagen: “pero nosotros insistiremos en
esto: en lo poético como la vereda que lleva a lo divino” / “mirando la lejanía
volví en mí” /
comportamiento
«cripto-religioso» del
hombre profano
Piensa con imágenes
la
casa del poeta está hecha de imágenes
El poeta olvida la rigidez de los
conceptos para salvarse y vivir en el umbral
(“sigo sin saber qué es un pensamiento,
pero la imagen la conozco: en la imagen estoy
en casa”)
Territorio
habitado y espacio desconocido e indeterminado que circunda: el primero es el
«Mundo» (con mayor precisión: «nuestro mundo»), el Cosmos; el resto ya no es un
Cosmos, sino una especie de «otro mundo», un espacio extraño, caótico, poblado
de larvas, de demonios, de «extranjeros» (asimilados, por lo demás, a demonios
o a los fantasmas).
“huir de los otros”, pero a la vez estar
“en el centro del mundo”
la rigidez del concepto, el
pensar estático
Para
el hombre religioso el espacio no es homogéneo; presenta roturas, escisiones: hay porciones de espacio
cualitativamente diferentes de las otras: «No te acerques aquí —dice el Señor a
Moisés—, quítate el calzado de tus pies; pues el lugar donde te encuentras es
una tierra santa» (Éxodo, III, 5). Hay, pues, un espacio sagrado y, por consiguiente,
«fuerte», significativo, y hay otros espacios no consagrados y, por
consiguiente, sin estructura ni consistencia; en una palabra: amorfos. (Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano)
Una religión de “espacios intermedios”,
cosas nimias que salen al paso, casi siempre caminando a pie en barrios
periféricos o no-lugares
"Las grandes ciudades ya no tienen ni
vientre ni regazo"
(Peter Handke)
Nada
puede comenzar, hacerse, sin una orientación previa, y toda orientación implica la
adquisición de un punto fijo. Por esta razón el hombre (religioso) se ha
esforzado por establecerse en el «Centro del Mundo».
Para vivir en el Mundo hay que fundarlo
...
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